La llegada de la primavera trae consigo climas agradables, días más largos y paisajes floridos que suelen alegrar a muchos. Sin embargo, un grupo de la población se ve afectado por alergias, empeorando su calidad de vida.
Las alergias primaverales son producto de la polinización, lo que tiene relación directa con los cambios de temperatura ambiental. A medida que aumenta la temperatura, comienzan a florecer plantas, lo que libera el polen y secundariamente generan alergias en personas susceptibles.
Ante esto, el doctor Ignacio Oyarzún, especialista en enfermedades broncopulmonares del Hospital Josefina Martínez, nos aclara algunas dudas y entrega consejos para enfrentarlas.
¿Cuáles son los síntomas de una alergia primaveral?
Los síntomas más frecuentes de rinitis alérgica son estornudos, prurito (picazón) de nariz y ojos, secreción nasal y tos. A veces producto de una mayor congestión nasal también puede aparecer síntomas como ronquido al dormir debido a mayor obstrucción del paso de aire a la vía aérea superior.
¿Cómo distinguir un resfrío común de una rinitis alérgica?
Muchas veces es difícil diferenciar síntomas de resfrío de una rinitis alérgica, sobre todo en lactantes y niños pequeños en que frecuentemente tienen infecciones respiratorias al verse expuestos en jardín infantil o colegio. En general, los resfríos se presentan en periodos de 7 a 10 días, pueden causar fiebre, malestar general, odinofagia o dolor al tragar y asociarse a otros síntomas producto de infecciones virales como malestar general o síntomas digestivos como diarrea y vómitos. En cambio, las alergias, suelen durar más tiempo, tienen gatillantes que pueden ser identificados (por ejemplo, síntomas que se agudizan al exponerse al pasto) y se suelen dar en gente con la condición ya conocida de atopía o alergia.
¿De qué forma afectan estas alergias a los pacientes con enfermedades respiratorias crónica?
En niños susceptibles, con antecedentes de rinitis alérgica o asma, se pueden exacerbar síntomas respiratorios lo cual podría generar la necesidad de ajustar sus terapias crónicas en este periodo. Particularmente, en niños con uso de traqueostomía o usuarios de ventilación mecánica crónica, pueden presentar aumento en secreciones o periodos de obstrucción bronquial que podrían necesitar el uso de terapias específicas, ajuste en su ventilación o la mayor necesidad de asistencia para el manejo de secreciones. Es importante monitorizar estos síntomas, conversar con los padres y cuidadores para poder estar atentos y diferenciar cuando sea alergia y no una sobreinfección bacteriana.
¿Qué consejos se le puede dar a las personas que sufren de estas alergias?
En caso de tener el antecedente de rinitis alérgica o asma (las dos manifestaciones más frecuentes de las alergias) es importante mantener el uso de medicamentos indicados por su médico para evitar exacerbaciones de rinitis o crisis asmática. Por otro lado, consultar de manera anticipada antes de la primavera para ver si es necesario ajustar el tratamiento.
Otro consejo que considero útil es conocer sus síntomas durante el año y monitorizar los niveles de polen. En Chile existe información sobre cómo se comportan los pólenes durante el año (www.polenes.cl). De esta manera se pueden identificar los periodos en que existe mayor exposición a alergenos que me afectan y cuándo presento más síntomas. De este modo los niños y adultos que tienen alergias se pueden anticipar, mejorar la adherencia a tratamiento y controles con médico y así pasar una mejor primavera con la mejor calidad de vida posible.